sábado, 9 de abril de 2011

Coaching

Una empleada domestica tiene problemas de la presión y tuvo que ir a un EBAIS, en ese momento estaba con el niño de la casa y tuvo que  llevarlo con ella puesto que la mujer no se sentía bien de salud. Al estar de regreso, el abuelo del niño se la encontró de camino y se llevo al niño. Mas tarde, su jefe le grito de una manera soez y que la iba a demandar por haberse llevado al niño, ella le explico la situación pero aun así la jefe insistía; por lo tanto la empleada renuncio. Hace unos días pude hablar con ella y me explico la situación, le dije que fue una emergencia de salud y ella no tuvo opción, que hizo bien al renunciar puesto que no merecía ese trato, en especial porque no era su culpa o intención hacerle un mal al niño, me comento también que su ya anterior jefe le había pedido que volviera a trabajar con ellos y que no sabia que hacer al respecto. Le dije que no se desmotivara por esa situación, que mejor no se involucrara con personas que no logran comprender un momento de emergencia como ese y que si ya le habían ofrecido otro trabajo y mejor no desaprovechara la oportunidad.

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